Video: Colegio oficial de ópticos y optometristas de Andalucía
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Detectar de forma temprana los problemas de visión de los niños es de gran importancia para evitar problemas visuales más graves y otros relacionados con el aprendizaje. A partir de los 5-6 años el ojo adquiere una maduración adecuada para hacer revisiones oculares cada año.
Podemos detectar problemas de visión de nuestros hijos observando pequeños gestos diarios:
- Acercarse mucho pantalla o libro para leer o escribir adoptando posturas extrañas con la cabeza.
- Quejarse de dolor de cabeza, dolor entre los ojos, en la nuca o los sienes.
- Frotarse los ojos por escozor o lagrimeo excesivo.
- Dificultades para escoger colores básicos a la hora de pintar.
- Parecer torpe en determinados ejercicios físicos como correr.
- No prestar atención. A veces, este es un síntoma derivado de problemas visuales.
Es muy importante que cada dos o tres horas de trabajo delante de una pantalla los niños hagan un descanso de 10 minutos.
